Consideraciones para la Gestión Empresarial durante la Crisis de la COVID-19
Es evidente que debido al impacto masivo de la pandemia de la COVID-19 sobre el entorno empresarial y de negocios surgirán nuevas oportunidades, beneficios, amenazas y riesgos. Algunos de estos elementos serán temporales y transitorios, mientras que otros tendrán efectos por largo plazo o serán permanentes.
En este contexto, en el que todas las empresas se encuentran en “modo supervivencia”, es crítico e imperativo que gestionen su Estrategia y su Sistema de Cumplimiento para hacer frente a esta difícil situación. Por ello, las empresas deben aplicar un proceso de gestión y toma de decisiones ágil, dinámico, con cierto grado de formalidad y diligencia, evitando la excesiva burocracia.
Algunas sugerencias para gestionar y acometer la actual situación son
- Mantener como principio rector y objetivo final asegurar la sostenibilidad del negocio a largo plazo.
- Aplicar una metodología de Gestión de Riesgo que permita identificar los riesgos estratégicos, financieros, operativos y regulatorios de corto, medio y largo plazo.
- Establecer mecanismos de comunicación ágil y efectiva entre la Gerencia y la operación del negocio para reportar los cambios inesperados que esta crisis ocasiona y tomar decisiones oportunas y bien pensadas.
- Evaluar todos los procesos operativos del negocio para concretar los ajustes que se requieran implementar para responder a la presente situación. Esto incluye diseño de nuevos procedimientos, cambios en la secuencia de actividades, reducción de costos, cambios en los sistemas de información, programación de capacitaciones, incorporación de la modalidad del teletrabajo, entre otros ajustes.
- Identificar las medidas y acciones de tipo financiero que deben ejecutarse para contar con los recursos suficientes para superar la actual situación, considerando las inversiones requeridas y la posible disminución de ingresos e incremento de las cuentas por cobrar.
- Hay que considerar que usualmente los estándares normativos no disminuyen, por lo que se debe verificar el nivel de cumplimiento de todas las obligaciones regulatorias emitidas por las autoridades competentes, para evitar incumplimiento y sanciones. Sin embargo, tal vez sea posible reordenar el plan de trabajo para postergar aquellas acciones de cumplimiento que no sean críticas.
- Relacionado con el punto anterior, conocer y aplicar todas las normas sanitarias establecidas para prevenir contagios que afecten la operatividad del negocio.
- Establecer mecanismos para gestionar la ansiedad y estrés del equipo de trabajo. El equipo de trabajo está sometido a presión por el miedo al contagio, el entorno laboral y las consecuencias financieras personales. En este respecto se requiere formalizar la solidaridad y empatía con el equipo de trabajo.
Hay que considerar que se atraviesa por una situación inédita, con pocos referentes históricos, para la que no existe un manual o criterios que puedan aplicarse. Por este motivo, se requiere que la Gerencia actúe con mucha reflexión, diligencia y debida ejecución de forma que se mantengan los negocios operando con la mayor normalidad.
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