La Gestión de Cumplimiento es el establecimiento de sistemas y procesos para velar y garantizar que se adopten, observen y cumplan todas las reglas, regulaciones o compromisos normativos y legales que se han asignado a la empresa procurando evitar la imposición de sanciones, multas o la presentación de riesgos reputacionales.
Adicionalmente, también la Gestión de Cumplimiento es responsable de verificar la implementación y aplicación de todas las normas y pautas internas de autorregulación establecidas por los autoridades de la empresa y que forman parte de su sistema de control interno.
Quienes estén a cargo de la Gestión de Cumplimiento son responsables de la implementación de un Programa de Cumplimiento, lo que incluye la evaluación de los riesgos de no conformidad e incumplimiento de las obligaciones normativas y de autorregulación, el diseño de los controles y medidas de tratamiento y prevención de la ocurrencia y los impactos de los riesgos identificados y la verificación de la ejecución y aplicación de dichos controles y medidas.
Son típicas funciones de Cumplimiento las unidades organizacionales de Contraloría, Control de Calidad, Prevención de Blanqueo de Capitales, Prevención de Riesgos Laborales, Protección de Datos & Seguridad de la Información, entre otros, ya que desarrollan el rol de identificar y valorar riesgos, establecen controles y medidas de prevención y evalúan que las áreas operativas apliquen dichos controles y medidas.
Como se puede prever, durante su actuación y funcionamiento la Gestión de Cumplimiento interactúa con una diversidad de grupos de interés internos y externos de la empresa como la Junta Directiva & la Gerencia General, las unidades organizacionales y colaboradores que ejecutan los procesos y procedimientos, la función de auditoría interna, la auditoría externa y los supervisores regulatorios.
Asimismo, la naturaleza y composición de los sistemas y unidades organizacionales de Gestión de Cumplimiento de una empresa podrán variar considerando la complejidad de las regulaciones y normativas que le sean aplicables, el volumen de operaciones y la disponibilidad de recursos.
La conformación de los sistemas de Gestión de Cumplimiento requiere claridad en la asignación de roles y responsabilidades considerando el estándar de las tres líneas de defensa de Cumplimiento. Este enfoque establece que la primera línea de defensa corresponde a las áreas comerciales y operativas que ejecutan los controles y medidas de prevención a través de los procesos y procedimientos, mientras que la segunda línea de defensa corresponde a la evaluación de riesgos, diseño de los controles y la verificación de su aplicación (Gestión de Cumplimiento). Finalmente, la tercera línea de defensa corresponde al aseguramiento independiente de la efectividad de los controles y medidas de prevención y de la calidad general de la Gestión de Cumplimiento.
Es importante anotar que la Gestión de Cumplimiento se enfrenta a grandes desafíos como los son la diversidad de fuentes de riesgo, el continuo aumento de las exigencias regulatorias, la complejidad del entorno competitivo y de negocios y la guerra no declarada por la identificación, captación y desarrollo de talento humano.
Cómo se puede observar, es vital contar con un sistema de Buen Gobierno Corporativo que permita la ejecución fluida de la Gestión de Cumplimiento y la toma de conciencia de la importancia de sus roles, funciones y en especial sus resultados, creando una “cultura de cumplimiento” que agregue valor y facilite el logro de los objetivos estratégicos de la empresa.
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